Si bien los hijos de Dios son personas que viven en diferentes lugares, tienen circunstancias de vida particulares y manifiestan diferentes perspectivas acerca de la espiritualidad y la religión, las investigaciones indican que, en general, todos ellos poseen los siguientes valores universales.
Puede ser eficaz relacionar uno o más de estos valores con su tema, especialmente cuando se dirija a grupos grandes de personas que representen diferentes edades, sexos, orígenes y niveles de conocimiento.